Era una tarde fria de otoño , en la cuidad de CordobaHibby Grotesque se encontraba en su casa y decidió dar un paseo por la cuidad.
Visitó los lugares a los que concurre habitualmente, el centro comercial, los espacios verdes, pero ese día se le ocurrio dirigirse hacia el museo. El cual visitaba amenudo con John Krauser, y donde compartían charlas y meriendas
Aquél día la señorita Grotesque, mientras se aproximaba hacia dicho lugar, sintió una mezcla de incertidumbre y miedo. Sin darle mucha importancia compro una etiqueta de cigarrillos y observo las aguas de una fuente.
Minutos mas tarde se dirigió a la iglesia , donde dias anteriores habia arreglado una reunion con el señor Krauser.
Al llegar, se encontro con un panorama confuso. Luego recordo la angustia que habia sentido hace unos momentos, y corroboró la situacion.
A lo lejos, vio un cuerpo . Al primera vista pensó que se trataba de alguien que habia sufrido un desmayo. Luego lo confirmo. Era Krauser, yacia en el piso. Difunto. Sus heridas tenian el color de la mermelada de frutilla que comian cuando compartian sus desayunos y meriendas.
Aparentemente nadie habia visto nada, ya que el lugar estaba desierto.
Grotesque decidió abandonar el lugar, y acudir a las personas allegadas a Krauser para contarles lo sucedido. En su camino , se topó con una misteriosa persona. Quien le informo haber visto a Krauser con una persona la noche anterior. Hibby pregunto quien era, pero el desconocido contesto que no conocia a esa persona, que solo los vio pasear juntos por las calles del barrio de Nueva Cordoba.
Esa misma noche, sentada en su cama pensó
Con quien compartire musica y dias frios ahora?
Al dia siguiente, para el desayuno , preparo cafe , tostadas y mermelada de frutilla.
